EL SENTIMIENTO DE YO
Por: Maurice Nicoll
A medida que una persona se vuelve
más consciente de lo que era hasta ahora la calidad de su vida, se pregunta
cómo pudo haber colocado su sentimiento de Yo en las cosas donde antes lo
colocaba.
¿Cómo se identificaba con ellas de
esa manera?
Ve con creciente claridad que si no
hubiese colocado el sentimiento de Yo donde lo situaba, habría evitado algunas
de las cosas que no pudo evitar.
Empezó, como podemos verlo, a
colocar el Yo en algo.
Reflexiona —ahora que lo ve más
claramente— y dice:
"¿Por qué coloqué mi
sentimiento de Yo en eso?"
Dice que es porque se está volviendo
más consciente y ve mejor.
No dice: "¿Por qué hice
eso?" como suele decir la gente.
Lo dice de una manera diferente
porque ha comenzado a comprender algo que antes no comprendía.
Cualquiera sea la cosa que hizo, la
hizo porque colocó su sentimiento dentro de "ello".
Si hubiese estado despierta no
habría permitido que el sentimiento de Yo siguiera ese rumbo.
No habría hecho lo que hizo.
Se da cuenta que en ese momento de
sueño no veía conexión alguna entre el sentimiento de Yo y lo que hacía.
No estaba percibido claramente el
sentimiento de Yo.
Puede que se diera cuenta de lo que
hizo, en especial después de haberlo hecho.
Pero no se dio cuenta que lo hizo
porque permitió que el sentimiento de Yo pasara adentro de “ello”.
Dejamos que el sentimiento de Yo
pase adentro de toda clase de cosas y no nos damos cuenta de lo que estamos
haciendo.
Es como firmar cheque tras cheque
sin fijarnos para quien los firmamos.
A este respecto nuestro descuido es
increíble.
Arrojamos el sentimiento de Yo en
todas direcciones en vez de guardarlo.
Sucede lo mismo con los pensamientos
prescindiendo de las acciones.
El pensamiento de que alguien está
mintiendo se me viene a la mente.
Coloco el sentimiento de Yo dentro
de ello.
Luego creo que es verdad.
He firmado el cheque.
Ahora bien, el pensamiento se me
puede ocurrir.
Esta es una cosa.
PERO COLOCAR EL SENTIMIENTO DE YO
DENTRO DE ELLO ES OTRA COSA MUY DISTINTA Y LOS RESULTADOS SON MUY DIFERENTES.
Si una persona siempre pone el
sentimiento de Yo dentro de pensamientos dudosos y desagradables se verá
rodeada y cercada por ellos y todos afirmará que son sus hijos mentales.
Todos padecen, si bien muchas veces
sin enterarse de ello, al colocar el sentimiento de Yo dentro de pensamientos
que no son verídicos.
Las emociones negativas siempre dan
origen a mentiras.
Es preciso no poner el sentimiento
de Yo en ellas.
Si no lo hace, pasarán y desaparecerán.
Lo mismo puede aplicarse a las
sensaciones.
Si se pone el sentimiento de Yo en
una sensación, se la intensifica.
Cuando el Trabajo se refiere a la
separación, significa extirpar el sentimiento de Yo.
Nuevamente, ocurre lo mismo con un
evento dado o una experiencia.
Uno puede identificarse, recibirlo
personalmente y poner en “ello” el sentimiento de Yo.
Trate de leer un libro y observar
una película o un partido sin poner el sentimiento de Yo dentro de “ello”.
Si siempre pone el sentimiento de Yo
dentro de esto, aquello y lo otro, nunca será capaz de recordarse a sí mismo.
Para recordarse a sí mismo es
preciso SACAR EL SENTIMIENTO DE YO de las cosas, negocios, objetos, adornos,
pensamientos, estados de ánimo, apetitos, vanidades de vida y otras añagazas
ideadas para mantenernos dormidos.
EL SENTIMIENTO DE YO ES ALGO MUY
PRECIOSO.
Es "espíritu" pero está
enredado con materia grosera.
Hay que examinar lo que se pone
dentro de “ello”.
Maurice Nicoll
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